Él mismo nos relata su proyecto musical a continuación:
"Provisto de oraciones, como si de jugar tetris se tratara, me desboque como un rayo a explorar con ellos la conexión y el efecto de hacerme nada y resolverme como crucigrama de materia soluble sobre el big bang de las emociones, de usar las palabras más allá de su ejecución crítico-particular, el clásico tijerazo de la rima, entallando a fuerza la libre disposición del pensamiento, manteniéndolo recatado en la postura de la música concebida al patrón lógico por seguir.
Encontrar las herramientas para la cinemática visible de lo que internamente vislumbraba al narrar, entonando en voz tenue cada boceto, no me fue tan dolor de cabeza en el proceso, un violín de dos cuerdas con rayas de cebra, un piano sin cola con desalineadas teclas y patas torcidas, un contrabajo descalibrado, casiotones cachineros con tierrita de sonido al grabar, celesta que ahora me arrepiento a ver vendido y que ya no hay en calle Capón, metalófono de esos que abundan en la avenida Dos de Mayo y que me lo vendieron por xilófono, melódica y guitarra.
Todo objeto por su estructura y acústica propia que pudiera servirme de percusión, sería mi encomiable instrumento de percusión.
Como diría un asiduo al bar Goya en el Callao: No hay mayor virtud en un boxeador que el golpe mismo. Me avente al ruedo".
PD: xilofonmático es un juego de palabras, entre xilófono y autómata, automático de forma involuntaria y sin reflexión.
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