Festival Melindie 2010
Sala 600. Melide (A Coruña) 29/01/10
La velada del 29 de enero de 2010 será difícil de olvidar por las frías tierras de Melide, allí una impresionante Sala 600, celebraba el festival Melindie, con la presencia de tres de las bandas gallegas que más están dando que hablar, y que más dará en un futuro: MARYLAND, HOLLYWATER e IGLOO.
Poco después de las 0:00 de la noche, subía al escenario Maryland, grupo vigués que está presentando su primer disco “Surprise”(Ernie Records). Si su disco es un disco de matices, que vas descubriendo con las escuchas, su directo pasa arrasando como un huracán. Guitarras muy cercanas al power-pop más eléctrico, potente, donde las voces de Arturo, Rubén y Pablo van llevándote a una atmósfera, que Iván con los moogs consigue definitivamente atraparte para que acabes moviendo la cabeza y los pies al ritmo del bombo de Jaime. Su parecido con bandas extranjeras como Weezer o nacionales como Sexie Sadie, no hacen que teman a las comparaciones, ya que tienen su propia identidad; lo saben y hará que sean uno de los grupos grandes en pocos años. Para acabar su actuación subiría al escenario Richi (Hollywater) para acompañarlos y darles fuerza al último tema de la noche, que hacía que supiese a poco su actuación, pero abría la boca a los seguidores de la segunda banda de la noche.
Poco después de las 0:00 de la noche, subía al escenario Maryland, grupo vigués que está presentando su primer disco “Surprise”(Ernie Records). Si su disco es un disco de matices, que vas descubriendo con las escuchas, su directo pasa arrasando como un huracán. Guitarras muy cercanas al power-pop más eléctrico, potente, donde las voces de Arturo, Rubén y Pablo van llevándote a una atmósfera, que Iván con los moogs consigue definitivamente atraparte para que acabes moviendo la cabeza y los pies al ritmo del bombo de Jaime. Su parecido con bandas extranjeras como Weezer o nacionales como Sexie Sadie, no hacen que teman a las comparaciones, ya que tienen su propia identidad; lo saben y hará que sean uno de los grupos grandes en pocos años. Para acabar su actuación subiría al escenario Richi (Hollywater) para acompañarlos y darles fuerza al último tema de la noche, que hacía que supiese a poco su actuación, pero abría la boca a los seguidores de la segunda banda de la noche.
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Llegaba el turno poco antes de la 1:30 a Hollywater. Más de 12 años en los escenarios es el principal aval de esta banda luguesa de nacimiento, pero que se ha ido repartiendo por toda la geografía gallega. Tres discos a sus espaldas hacen que tengan una marea de seguidores importantes, que les siguen siempre que pueden en sus actuaciones. En el concierto de la sala 600 no fue menos, y los que se acercaron, disfrutaron de su fuerza encima del escenario, de sus cambios de ritmo, pasando de las guitarras más afiladas a pseudo-baladas, que gracias a la increíble voz de Richi, entran en el alma. Podríamos que encima de un escenario su estilo sería el del hard-pop (si es que eso existe). El debut de Iago al bajo, paso desapercibido, salvo para los que ya habíamos visto a la banda anteriormente. Marcando el ritmo con Luis, para que las guitarras de Martín entrasen como cuchillos en nuestra cabeza, para quedarse en ella.
Llegaba el turno poco antes de la 1:30 a Hollywater. Más de 12 años en los escenarios es el principal aval de esta banda luguesa de nacimiento, pero que se ha ido repartiendo por toda la geografía gallega. Tres discos a sus espaldas hacen que tengan una marea de seguidores importantes, que les siguen siempre que pueden en sus actuaciones. En el concierto de la sala 600 no fue menos, y los que se acercaron, disfrutaron de su fuerza encima del escenario, de sus cambios de ritmo, pasando de las guitarras más afiladas a pseudo-baladas, que gracias a la increíble voz de Richi, entran en el alma. Podríamos que encima de un escenario su estilo sería el del hard-pop (si es que eso existe). El debut de Iago al bajo, paso desapercibido, salvo para los que ya habíamos visto a la banda anteriormente. Marcando el ritmo con Luis, para que las guitarras de Martín entrasen como cuchillos en nuestra cabeza, para quedarse en ella.
Llegaba el cierre de la noche, y subían al escenario Igloo, presentando su último trabajo “#2. La transición de fase” (Ernie Records). Igloo suena a muchas cosas: Planetas, Maga, My Bloody Valentine, Artic Monkeys, Franz Ferdinad.... pero sobre todo suena a una Igloo. Y lo hacen así en sus trabajos en cd y sobre el escenario, tanto en formato acústico, como en electrico. Esta noche tocaba ración de watios y decibelios. Subieron decididos a disfrutar de la noche, y desde los primeros compases el público que estaba en la sala, movió sus pies al ritmo que Alex y Pablo antojaban. Se nota que tienen muy rodado su repertorio, y que no dejan apenas nada a la improvisación. Incluso el mimo con que Tarci toca su nueva guitarra, que da un sonido cálido y menos incisivo y más calido a la banda, pero sin perder su intensidad y, sobre todo, su intensidad. Las letras que Beni cantaba eran acompañadas por buena parte del publico presente, sabedores de la importancia que Igloo le da a las letras. Concierto redondo, de apenas una hora de duración que no lleno a los allí presentes, no por calidad, sino por lo escaso que se hizo en cantidad.
Mención aparte merece la sala 600. Probablemente una de las mejores de todo el noroeste peninsular, que si estuviese en una ciudad sería de las más importantes y conocidas del estado. Su decoración, sus equipos de sonido y luces, la profesionalidad del personal en especial Miguel, la capacidad. Una sala de las grandes dentro del panorama nacional, y que para muchos grupos sería un honor tocar sobre su escenario.
Fotos y texto: XabierGuimareyMaquieira
gracias Xabier, gran crónica ;)
ResponderEliminarMoitas gracias pola crónica Xabier. Un saúdo dende a Sala 600 de Melide.
ResponderEliminarEstuve allí y disfruté mucho de los 3 grupos...especialmente de Holywater, que por cierto se escribe con una sola "l". Buena crónica!
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