Roberto Monstruo no le vendió su alma al diablo, pero pareciera que algún pacto hubo. Bajó 30 kilos en tres meses, abandonó los desayunos con cerveza y escribió las canciones mas sentidas del sudoeste bonaerense.
Empezó grabando bocetos en su habitación con un micrófono de los finitos conectado a su computadora hogareña y los editaba en cdr spliteados con su amigo de toda la vida, Yo Impresionista. Muy pronto floreció la necesidad juvenil de tener un grupo rock y buscó a dos compinches que lo secunden. Sin demasiadas pretensiones, RM se alió con los Chicos Momia: Leandro al que hasta no hace mucho tiempo le decían ramonerito se compró un bajo y el cordobés Ariel, que a veces va a ensayar con la corbata puesta luego del trabajo, consiguió una batería.
Al cabo de unos pocos recitales decidieron grabar en un estudio que les hacia buen precio, diez canciones concisas y brutales, escritas desde el corazón de una joven clase obrera que siente el cotidiano sabor a poco desde la ventanilla de un colectivo que regresa a casa. Diez historias que oscilan desde la más honesta autoreferencialidad, a la contemplación de la mediocridad humana, teñidas con las pesadillas creadas por las películas de terror que veíamos de chicos y que nos marcaron para siempre.
El debut de Roberto Monstruo y los Chicos Momia, pone en el mapa una realidad distinta a la que lucen sus congéneres de Capital Federal y alrededores, predominantes al momento de radiografiar el estado de lo nuevo en materia musical y auspicia un promisorio futuro de lucidez federal, con experimentos, cadáveres, trabajadores del cuero y saludos al paredón. Tango, muerte y college rock americano desde una de las gargantas con mas presencia del panorama actual del rock independiente argentino.
Empezó grabando bocetos en su habitación con un micrófono de los finitos conectado a su computadora hogareña y los editaba en cdr spliteados con su amigo de toda la vida, Yo Impresionista. Muy pronto floreció la necesidad juvenil de tener un grupo rock y buscó a dos compinches que lo secunden. Sin demasiadas pretensiones, RM se alió con los Chicos Momia: Leandro al que hasta no hace mucho tiempo le decían ramonerito se compró un bajo y el cordobés Ariel, que a veces va a ensayar con la corbata puesta luego del trabajo, consiguió una batería.
Al cabo de unos pocos recitales decidieron grabar en un estudio que les hacia buen precio, diez canciones concisas y brutales, escritas desde el corazón de una joven clase obrera que siente el cotidiano sabor a poco desde la ventanilla de un colectivo que regresa a casa. Diez historias que oscilan desde la más honesta autoreferencialidad, a la contemplación de la mediocridad humana, teñidas con las pesadillas creadas por las películas de terror que veíamos de chicos y que nos marcaron para siempre.
El debut de Roberto Monstruo y los Chicos Momia, pone en el mapa una realidad distinta a la que lucen sus congéneres de Capital Federal y alrededores, predominantes al momento de radiografiar el estado de lo nuevo en materia musical y auspicia un promisorio futuro de lucidez federal, con experimentos, cadáveres, trabajadores del cuero y saludos al paredón. Tango, muerte y college rock americano desde una de las gargantas con mas presencia del panorama actual del rock independiente argentino.
Emiliano Marconetto
RRRRR
Lágrimas y huesos
Soy el enfermo
De sangre los charcos
Encerrado en el robot
Cadáver
El retorno del no muerto
No soy sumiso
Mis heridas
Trabajo morboso
Caducar
DESCARGA
Roberto Monstruo & Los Chicos Momia
Increible banda! Incrible!
ResponderEliminaraca estan todos sus cds para descargar http://robertomonstruoyoimpresionista.blogspot.com.ar/
LA BANDA MAS ALUCINANTE !
ResponderEliminar