'Rome'Malatesta Records 2009
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ROME es el primer disco de una banda que, pese a iniciarse en esto de los larga duración, ya respira con la perfección sonora que otorgan la experiencia y la solidez de numerosos directos.
Los valencianos Ambros Chapel se han atrevido sin rubor a saltar prejuicios temporales y estéticos para, desentendiéndose de cualquier encasillamiento o escena, procurar un sonido tan elegante como voraz.
Con claras referencias al pop anglosajón que surgió en los albores de los años 80, ROME se percibe, como un Narciso de vanguardia, en las oscuras aguas que acumularon Echo and The Bunnymen, Joy Division o The Cure, así como en los actuales estanques que todavía riegan grupos como Interpol o los nacionales CatPeople. Nueve cortes de sabrosos matices que invitan a ser explorados en repetidas ocasiones; las canciones justas para desarrollar el intrincado cruce de veredas que desembocan en una la espiral de inquietantes e hipnóticas melodías.
La voz grave, angustiada y “morrisoniana” de Pablo Casero se funde con un entramado instrumental de luminosos teclados, poderosas y temperamentales baterías, líneas de bajo omnipresentes y una explosión de guitarras que envuelve todo creando una extraña sensación de tensión en blanco y negro.
La ambición emocional de este álbum se basa en la magistral combinación del pop y el rock que se frena en góticos parajes instrumentales difuminados en un horizonte de nocturnidad donde caben las texturas sonoras y la experimentación del post-rock e
incluso el epicismo del metal.
Tras la escucha de ROME, a uno se le queda el cuerpo como en los momentos posteriores al visionado de una película de David Lynch; una misteriosa y turbadora sensación (perfectamente captada, por cierto, en la portada del disco por Laia Llorca) que con el paso de las horas se torna en incertidumbre y placer; un estado de ánimo que les hará distintos, que no olvidarán.
Con claras referencias al pop anglosajón que surgió en los albores de los años 80, ROME se percibe, como un Narciso de vanguardia, en las oscuras aguas que acumularon Echo and The Bunnymen, Joy Division o The Cure, así como en los actuales estanques que todavía riegan grupos como Interpol o los nacionales CatPeople. Nueve cortes de sabrosos matices que invitan a ser explorados en repetidas ocasiones; las canciones justas para desarrollar el intrincado cruce de veredas que desembocan en una la espiral de inquietantes e hipnóticas melodías.
La voz grave, angustiada y “morrisoniana” de Pablo Casero se funde con un entramado instrumental de luminosos teclados, poderosas y temperamentales baterías, líneas de bajo omnipresentes y una explosión de guitarras que envuelve todo creando una extraña sensación de tensión en blanco y negro.
La ambición emocional de este álbum se basa en la magistral combinación del pop y el rock que se frena en góticos parajes instrumentales difuminados en un horizonte de nocturnidad donde caben las texturas sonoras y la experimentación del post-rock e
incluso el epicismo del metal.
Tras la escucha de ROME, a uno se le queda el cuerpo como en los momentos posteriores al visionado de una película de David Lynch; una misteriosa y turbadora sensación (perfectamente captada, por cierto, en la portada del disco por Laia Llorca) que con el paso de las horas se torna en incertidumbre y placer; un estado de ánimo que les hará distintos, que no olvidarán.
Quique MedinaVinilo Valencia Radio
AAAAA
Gracias Mister!!!
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