GILBERTÁSTICO / VERSALLES

'Versalles'
Comboi Records 2011
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Gilbertástico no ha parado de componer canciones desde la edición de su última maqueta en el 2009. Desde el primer momento decidió que quería editar una obra conceptual de inspiración barroca ya que alguno de sus nuevos temas le sugerían esta idea. En cuanto al título del disco, vino según sus propias palabras de esta manera:

“Versalles se llama así por la pretensión de belleza, como el palacio, pero la otra cara de la moneda es que al final, la misma dinastía que empezó a construirlo fue expulsada del mismo y al rey le cortaron la cabeza. Junto a la independencia americana, la Revolución Francesa fue uno de los hechos que cambiaron el mundo occidental aunque en su día tuvieran una intención ambigua y no tan noble como pareciera (tomar el poder, al fin y al cabo). Yo tomé su intención estética como vehículo para mi música, pero hay una actitud de fondo, una reacción: por un lado, frente a toda la creación en España que sólo tiene miras para lo anglosajón y marchoso, lo pinchable. Quería que el disco fuera como lo imaginaba, aunque no lo fueran a poner en las discotecas. Nada de “punchin punchin” para parecerme a nadie que esté de moda. Es tan ridículo… En definitiva, que fuera muy mío, lo primero; lo segundo, que, tomando elementos de lo antiguo pudiera crearse algo nuevo: un disco de, por decirlo de alguna manera, “ópera folk”, o “barroquismo sinfónico”. Un revolución, cortarle la cabeza a las propias tendencias actuales de paso, cosa que, no te voy a engañar, siempre me ha atraído un poco”.
El ex-Mercromina y Surfin’ Bichos Joaquín Pascual escuchó las maquetas y alertó a Gilberto de que debía exponer esas canciones cuanto antes y que estaba interesado en producirlas, siempre y cuando abandonara la idea de grabarlas en formato estándar (bajo, batería, en fin, lo de siempre) ya que esa música pedía una inmersión mayor en lo acústico. Tras el acuerdo, empezó a idear arreglos con laúd, mandolina, violín, contrabajo, carrillón… Para la grabación, llamaron a la Orquestina de la Sopa de Uñas, en la que militaban Miguel Gascón (Chucho) y Ana Galletero (Travolta). Estos, dirigidos por el mismísimo Pascual, montaron los primeros arreglos a los que sumaron los que ya traía escritos Gilbertástico y acabaron por rematar el disco, quedando entre los restos de la batalla unas cenizas de pop esparcidas entre escombros del barroco, cuchillos manchados de notas célticas y polvo de folk. Doce temas que revuelven el armario de lo antiguo para crear un nuevo concepto de disco entre el pop barroco y la ópera folk.
Destaca en directo por su teatralidad y fuerza en la puesta en escena, así como por el desgarro que transmite su voz interpretando las surrealistas, irónicas e irreverentes letras que nacen de su febril imaginación. Para esta nueva reencarnación, le acompañará un grupo de expertos músicos compuesto por Exequiel González (Solaris) al violoncello, Sento Julià (Los Pataconas) al contrabajo y Rafa Estrela (Tórtel) a la batería. La puesta en escena, como ha venido siendo habitual en los últimos años y como esperan sus muy numerosos fans, no dejará indiferente a nadie.
Además del piano y teclados varios, Gilbert echa mano frecuentemente de otros instrumentos: Guitarra, mandolina, ukeleke, melódica, etc., por lo que se puede asegurar que es un auténtico “one man band”.
Podéis comprarlo aquí.
GGGGG¡Sal sol!

Falsa modernia
Carteles
El charco del campo
Huesos sonrientes
Nombres
La solitaria
Animal perruno
Cuarentañeros
Todas me dejan
Ballenas y venganza
La Bastilla era una fiesta
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