'La Carne y El Acero'
Autoproducido 2011
-
El primer álbum de La Gran Alianza (grupo formado por componentes de Índigo, Individual y Casandra Dixit) ya está aquí.
"La Carne y El Acero" está grabado, mezclado y producido por Joaquín Pascual (Surfin' Bichos, Mercromina, Travolta) en La Sala de Máquinas, en Albacete, ¡y esto es todo un seguro de vida!
Las canciones, las tan necesarias canciones. Siempre son ellas, las responsables y también las culpables de que las cosas salgan bien o salgan mal.
En cualquier caso, no hay nada que hacer, ningún sitio de donde rascar.
Ellas -las canciones- son las que mandan, las que determinan tu suerte, y las que se plantan ante ese implacable juez llamado destino.
Y tras las aventuras pretéritas de los músicos que forman esta sana alianza, solamente el destino, sus designios y sus caprichos, son los que han querido y propiciado que "La Carne y El Acero" sea ahora una realidad. Parpable y verídica. Con sus fantasmas y sus anhelos. Sus verdades y sus contradicciones. Y sus historias, que son las que realmente importan, las que ellos nos cuentan con una honestidad brutal y una sinceridad abrumadora en estas canciones.
De nuevo ellas, once en total. Once cortes en los que salen a colación sus influencias, su educación musical y cultural, muchas de ellas que son de grupos de mediados de los ochenta hasta principios de los noventa, con una tendencia bastante clara que va en línea recta. De Joy Division a Galaxie 500, pasando por Yo La Tengo o Ride. Sonidos tejidos sobre alfombras en el que dominan los colores oscuros, con tonos que invitan a la asfixia y al desorden mental. Pero de vez en cuando asoma un rayo de luz, ese que reclama injustamente (o no) el vecino impertinente en la película "El hombre de al lado", pero en este caso es de recibo demandar ese poso de esperanza, de brillo, de equilibrio.
Sombras que de repente se convierten en rasgos que son más luminosos y esclarecedores. Y todo ellos es debido a dos factores: Al gusto por la melodía por un lado, y a la voz de Vanessa Prado por el otro. Y gracias a ella, es fácil adivinar el porqué también podemos pensar en Come, Mazzy Star o Throwing Muses cuando halamos de la música de estos valencianos.
En la música, así como en el arte en general, es preferible no encasillarse y encontrar nuevos estímulos y retos a los que atreverse. Y eso lo da la suma de experiencias, las personales y las profesionales, aunque ellos sean aún jóvenes y con un camino por delante con muchas montañas por subir, cotas que son de primera categoría, pero encontrarse de vez en cuando con terrenos más llanos donde pedalear más ligero les va a facilitar dicha labor. Y luego lo dicho, las canciones. Otra vez ellas. Y aquí unas cuantas. Divididas en dos bloques, como antiguamente en esos vinilos tan reivindicados a día de hoy.
De "Si yo tuviera un martillo" a "Enfermos" por el extremo izquierdo, y por el derecho de "La Liga Norte" a "Bala de conversación". Con las guitarras de Iván Vega y Luis Couque en el primer frente, el omnipresente bajo que toca Vanessa, la batería salvadora de Nicolás Roldán.
Y Joaquín Pascual que es el pegamento entre ellos y su música, el encargado de sacarle todo el jugo a tan excitante propuesta.
Autoproducido 2011
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El primer álbum de La Gran Alianza (grupo formado por componentes de Índigo, Individual y Casandra Dixit) ya está aquí.
"La Carne y El Acero" está grabado, mezclado y producido por Joaquín Pascual (Surfin' Bichos, Mercromina, Travolta) en La Sala de Máquinas, en Albacete, ¡y esto es todo un seguro de vida!
Las canciones, las tan necesarias canciones. Siempre son ellas, las responsables y también las culpables de que las cosas salgan bien o salgan mal.
En cualquier caso, no hay nada que hacer, ningún sitio de donde rascar.
Ellas -las canciones- son las que mandan, las que determinan tu suerte, y las que se plantan ante ese implacable juez llamado destino.
Y tras las aventuras pretéritas de los músicos que forman esta sana alianza, solamente el destino, sus designios y sus caprichos, son los que han querido y propiciado que "La Carne y El Acero" sea ahora una realidad. Parpable y verídica. Con sus fantasmas y sus anhelos. Sus verdades y sus contradicciones. Y sus historias, que son las que realmente importan, las que ellos nos cuentan con una honestidad brutal y una sinceridad abrumadora en estas canciones.
De nuevo ellas, once en total. Once cortes en los que salen a colación sus influencias, su educación musical y cultural, muchas de ellas que son de grupos de mediados de los ochenta hasta principios de los noventa, con una tendencia bastante clara que va en línea recta. De Joy Division a Galaxie 500, pasando por Yo La Tengo o Ride. Sonidos tejidos sobre alfombras en el que dominan los colores oscuros, con tonos que invitan a la asfixia y al desorden mental. Pero de vez en cuando asoma un rayo de luz, ese que reclama injustamente (o no) el vecino impertinente en la película "El hombre de al lado", pero en este caso es de recibo demandar ese poso de esperanza, de brillo, de equilibrio.
Sombras que de repente se convierten en rasgos que son más luminosos y esclarecedores. Y todo ellos es debido a dos factores: Al gusto por la melodía por un lado, y a la voz de Vanessa Prado por el otro. Y gracias a ella, es fácil adivinar el porqué también podemos pensar en Come, Mazzy Star o Throwing Muses cuando halamos de la música de estos valencianos.
En la música, así como en el arte en general, es preferible no encasillarse y encontrar nuevos estímulos y retos a los que atreverse. Y eso lo da la suma de experiencias, las personales y las profesionales, aunque ellos sean aún jóvenes y con un camino por delante con muchas montañas por subir, cotas que son de primera categoría, pero encontrarse de vez en cuando con terrenos más llanos donde pedalear más ligero les va a facilitar dicha labor. Y luego lo dicho, las canciones. Otra vez ellas. Y aquí unas cuantas. Divididas en dos bloques, como antiguamente en esos vinilos tan reivindicados a día de hoy.
De "Si yo tuviera un martillo" a "Enfermos" por el extremo izquierdo, y por el derecho de "La Liga Norte" a "Bala de conversación". Con las guitarras de Iván Vega y Luis Couque en el primer frente, el omnipresente bajo que toca Vanessa, la batería salvadora de Nicolás Roldán.
Y Joaquín Pascual que es el pegamento entre ellos y su música, el encargado de sacarle todo el jugo a tan excitante propuesta.
Toni Castarnado Linde
AAAAA
CARA A - LA CARNE
Si yo tuviera un martillo
Días de trueno
Roja directa
Cien años de perdón
Por si nos matan
Enfermos
CARA B - EL ACERO
La Liga Norte
De todo a todas horas
El espejo del alma
La peste
Bala de conversación
DESCARGAR
La Carne y El Acero
CARA A - LA CARNE
Si yo tuviera un martillo
Días de trueno
Roja directa
Cien años de perdón
Por si nos matan
Enfermos
CARA B - EL ACERO
La Liga Norte
De todo a todas horas
El espejo del alma
La peste
Bala de conversación
DESCARGAR
La Carne y El Acero
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