'Dos Gajos'
Repetidor 2011
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El vehículo que Dos Gajos pilotan es una improbable mezcla entre el tren de mercancías que pasaba por Bakersfield y Nashville, y el Opel que condujera Syd Barrett. Del primero aprovechan la tozudez del ritmo constante… del segundo, el zanganeo residual de un tornillo suelto. Las maracas acompañan el ritmo de la maquinaria, induciendo pensamientos en bucle a los tripulantes. Marc Ribot, Elizabeth Cotten, Beat Hapenning… mambo, calipso e incluso los 3 Sudamericanos.
Como voces en off, Juan Carlos y Esperanza cantan letras ensimismadas, circulares. No describen una sola imagen, un solo paisaje o narración externa; más bien transcriben el rumor de un pertinaz monólogo plagado de elucubraciones e incertidumbres.
Como en pregones de son cubano o en estribillos de canciones infantiles, las palabras se repiten, las frases reaparecen con leves diferencias. Las dudas se recrean sin resolverse, varadas en insalvables huecos de la personalidad. Especialmente notable es el modo en que Dos Gajos emplean la adusta voz de él y la precisa y brillante de ella, estableciendo una alternancia que, contra la convención, no sugiere una conversación entre dos personas: Aquí asistimos a la deriva afectiva de un único ente tratando de manejarse en una “sinrazón” en la que parece sentirse cómodo. Los cantantes son, en Dos Gajos, puntos de vista.
Con las mínimas herramientas y una producción tan espontánea y natural como intrigante, a manos Rafael Martínez del Pozo (AA Tigre, La JR), el disco atraviesa la neurosis y el hastío adulto con humor, con un traqueteo saltarín e ingenuo. Toda una fórmula, solo igual a sí misma.
Javier Aquilué (Kiev Cuando Nieva, Tresestrellas) Las canciones se repiten una vez apagado el volumen. En un ciclo rítmico sin terminar. JC crea un limbo inconsciente y Esperanza le acompaña fuera de interpretaciones asociadas a la femineidad.
Existe una distancia que ella modula según el mensaje que emite... Kantia Diego (Las Hermanas Diego) Siempre me ha parecido que JC es el músico con más talento de la generación que formó grupos en Gijón a principios de los 90.
Era el guitarrista de Penélope Trip, que había seguido tocando y escuchando muchos discos aunque no públicamente. La misma noche que llegó al estudio tocó sus canciones en la cocina. Para mi sorpresa tenían voz.
Que Esperanza colaborara en el proyecto fue algo casual. Ella estaba más metida en el cine experimental, aunque había tocado irregularmente en David Loss, Tumulto Dorado, Somadrone o Las Hermanas Diego. Entre barbacoas y siestas, se acabó involucrando tanto que se formó el grupo. Durante la grabación escuchamos mucho el primer disco de Alan Vega, 'South Georgia Blues' de Cecil Barfield y 'When I'm Gone' de Elisabeth Cotten.
Repetidor 2011
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El vehículo que Dos Gajos pilotan es una improbable mezcla entre el tren de mercancías que pasaba por Bakersfield y Nashville, y el Opel que condujera Syd Barrett. Del primero aprovechan la tozudez del ritmo constante… del segundo, el zanganeo residual de un tornillo suelto. Las maracas acompañan el ritmo de la maquinaria, induciendo pensamientos en bucle a los tripulantes. Marc Ribot, Elizabeth Cotten, Beat Hapenning… mambo, calipso e incluso los 3 Sudamericanos.
Como voces en off, Juan Carlos y Esperanza cantan letras ensimismadas, circulares. No describen una sola imagen, un solo paisaje o narración externa; más bien transcriben el rumor de un pertinaz monólogo plagado de elucubraciones e incertidumbres.
Como en pregones de son cubano o en estribillos de canciones infantiles, las palabras se repiten, las frases reaparecen con leves diferencias. Las dudas se recrean sin resolverse, varadas en insalvables huecos de la personalidad. Especialmente notable es el modo en que Dos Gajos emplean la adusta voz de él y la precisa y brillante de ella, estableciendo una alternancia que, contra la convención, no sugiere una conversación entre dos personas: Aquí asistimos a la deriva afectiva de un único ente tratando de manejarse en una “sinrazón” en la que parece sentirse cómodo. Los cantantes son, en Dos Gajos, puntos de vista.
Con las mínimas herramientas y una producción tan espontánea y natural como intrigante, a manos Rafael Martínez del Pozo (AA Tigre, La JR), el disco atraviesa la neurosis y el hastío adulto con humor, con un traqueteo saltarín e ingenuo. Toda una fórmula, solo igual a sí misma.
Javier Aquilué (Kiev Cuando Nieva, Tresestrellas) Las canciones se repiten una vez apagado el volumen. En un ciclo rítmico sin terminar. JC crea un limbo inconsciente y Esperanza le acompaña fuera de interpretaciones asociadas a la femineidad.
Existe una distancia que ella modula según el mensaje que emite... Kantia Diego (Las Hermanas Diego) Siempre me ha parecido que JC es el músico con más talento de la generación que formó grupos en Gijón a principios de los 90.
Era el guitarrista de Penélope Trip, que había seguido tocando y escuchando muchos discos aunque no públicamente. La misma noche que llegó al estudio tocó sus canciones en la cocina. Para mi sorpresa tenían voz.
Que Esperanza colaborara en el proyecto fue algo casual. Ella estaba más metida en el cine experimental, aunque había tocado irregularmente en David Loss, Tumulto Dorado, Somadrone o Las Hermanas Diego. Entre barbacoas y siestas, se acabó involucrando tanto que se formó el grupo. Durante la grabación escuchamos mucho el primer disco de Alan Vega, 'South Georgia Blues' de Cecil Barfield y 'When I'm Gone' de Elisabeth Cotten.
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