'Sinfonías para terrícolas'
Elefant 2011
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Elefant 2011
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El tiempo pasa y el secreto se desvela, poco a poco, como una cebolla que esconde su dulzor tras capas y capas de sacrificado pero complaciente escozor. Después de esa recuperación necesaria de sus primeras canciones que fue “Fantasías De Un Robot Psicodélico”, el halo de admiración en torno al (antes) dúo argentino creado por Mariana Badaracco y Pablo Dahy, es decir, Modular, va creciendo y convirtiéndoles en el grupo de culto que para muchos es desde hace muchos años. Y “Sinfonía Para Terrícolas”, su primer álbum concebido como tal para Elefant Records es el espaldarazo que les va a dejar en ese altar que, sin duda, se merecen.
“Sinfonías Para Terrícolas” se empezó a gestar después de la actuación de Modular en el festival Indietracks. Aprovechando su viaje a las islas británicas Mariana y Pablo pasaron varias semanas en el estudio de grabación deAndy Ramsay (Stereolab), tenían algunas canciones maquetadas y junto a Andy y bajo la supervisión del ingeniero de sonido Joe Watson (Stereolab, pero también ingeniero para grupos como The High Llamas) empezó la grabación de bajos, voces, percusión, pianos, sintes ... Como todavía no tenían grabadas las partes rítmicas, Andy se ofreció espontáneamente para grabar las baterías de algunas canciones y a experimentar con cajas de ritmos rusas que coleccionó durante sus giras con Stereolab, algo que le dio un groove fantástico y experimental al disco. Poco a poco se le fue dando forma a este álbum irrepetible, ensoñador, impresionante, un evento que celebramos con una ilusión infinita, y que acabó de tomar forma en los estudios Quark y en los estudios Microfilms de Buenos Aires. Porque todo en torno a este disco es magia, es fantasía, imaginación, anécdotas increíbles, emoción...
Y es que las influencias con las que juegan Modular (Piero Umiliani, Hugo Montenegro, Giorgio Moroder, Roger Nichols, Twin Connection, Margo Guryan, The 5Th Dimension o Dave Grusin por poner algún ejemplo) están muy lejos de ser habituales, ni mucho menos previsibles. Joe Raposo (compositor de los temas originales de Barrio Sésamo, del que participaron con dos temas en un álbum tributo que se publicará próximamente) les dirigió hacia esas mezclas de píccolo y glockenspiel, que tan particularmente subraya algunas líneas melódicas del disco. Brasil despliega todo su exotismo (“Moog Safari”) en las manos de Mariana y Pablo, profundos estudiosos y apasionados del tema, y evoca su parte más bailable y funk bajo la sombra de nombres como los de Eumir Deodato y Joao Donato (“Panamá Motel”). La psicodelia soledada también juega un papel importante, desde las líneas beatleianas rebozadas de efectos espaciales de “La Rebelión De Los Robots”, o ese tema titulado “El Clon De Paul McCartney” que también entra en el terreno cinematográfico de la Library Music de gente como James Clarke y Syd Dale (sí, esos que tanto han influido a los mismos Stereolab o a Broadcast). La experimentación sonora adquiere una fuerza evocadora poderosa en “Laboratorio Submarino”, donde aparecen herencias de los discos de Delia Derbyshire para la BBC Radiophonic Workshop. En “Zapatófono” entra el pop con fuerza, con ese homenaje impensable al Superagente 86, Maxwell Smart, devaneando entre el sunshine pop de Nuevos Horizontes y los juegos sónicos de Giorgio Moroder. La elegancia de la lounge music también participa de manera importante en todo el disco, destacando en “Los Mentalistas” ese aura hermosa y preciosista a lo Bacharach. Como no podía ser de otra manera, el kraut bucea en su vertiente más pop (Harmonia, Kraftwerk) en esa orgía final que es “Samba Espacial”, una fusión increíble de estilos y sonidos, clara representación del nivel de imaginación y creatividad en el que se encuentra el personal lenguaje musical de Modular, y que tantos admiradores les ha provocado entre los especialistas.
Un disco lleno de quiebros y escondites, cambios de ritmos y melodías retorcidas, pero siempre manteniendo la dulzura y la capacidad evocadora de la que siempre han hecho gala, un equilibrio perfecto entre experimentación y pop. Cajas de ritmo rusas, delays de cinta, efectos inverosímiles al servicio de las melodías... Y es que, después de diez años como dúo, la formación de grupo (Diego Pérez, Gabriel Sanabria, Nano Tonelli y Sebastián Murguiondo completan lo que hoy son Modular) ha conseguido darle el toque perfecto de organicidad que necesita una historia de ciencia-ficción, vaciar todos los huecos que la imaginación siempre está dispuesta a soñar y regar de matices un disco que se podría escuchar miles de veces, y aún seguiríamos descubriendo detalles (algunas canciones tienen más de 100 pistas).
Y punto aparte merece la imaginería espacial y ciencia ficción que puebla sus letras, bañándolas de surrealismo, lo cual acentúa más todavía la sensación de teletransporte. Y como muestra, la ceremonia de relajación que acometían después de cada intensa sesión de grabación: obligado visionado de films de autores bizarros y de serie B como Jesús Franco, Russ Meyer, Mario Bava, George Romero, Joe D'Amato, Emilio Vieyra... Toda una declaración de intenciones que filtra en todos los poros que habitan sus composiciones y su mundo imaginario e irreal. Con todo esto queda bien claro lo único e inigualable de este grupo crecido a orillas del Río de la Plata. Una leyenda que seguirá aumentando con este “Sinfonías Para Terrícolas”, capaz de aunar dulzura y elegancia, con extravagancia y lisergia, y manteniendo siempre constante su espíritu puramente pop. Maravilloso.
Podéis comprarlo aquí.
MMMMM
La rebelión de los robots
El clon de Paul McCartney
Laboratorio submarino
Zapatófono
Los Mentalistas
Panamá Motel
Moog Safari
Base Lunar Alfa
Beat del cinéfilo
Mensaje telepático Marciano
Samba espacial
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Sinfonías para terrícolas
“Sinfonías Para Terrícolas” se empezó a gestar después de la actuación de Modular en el festival Indietracks. Aprovechando su viaje a las islas británicas Mariana y Pablo pasaron varias semanas en el estudio de grabación deAndy Ramsay (Stereolab), tenían algunas canciones maquetadas y junto a Andy y bajo la supervisión del ingeniero de sonido Joe Watson (Stereolab, pero también ingeniero para grupos como The High Llamas) empezó la grabación de bajos, voces, percusión, pianos, sintes ... Como todavía no tenían grabadas las partes rítmicas, Andy se ofreció espontáneamente para grabar las baterías de algunas canciones y a experimentar con cajas de ritmos rusas que coleccionó durante sus giras con Stereolab, algo que le dio un groove fantástico y experimental al disco. Poco a poco se le fue dando forma a este álbum irrepetible, ensoñador, impresionante, un evento que celebramos con una ilusión infinita, y que acabó de tomar forma en los estudios Quark y en los estudios Microfilms de Buenos Aires. Porque todo en torno a este disco es magia, es fantasía, imaginación, anécdotas increíbles, emoción...
Y es que las influencias con las que juegan Modular (Piero Umiliani, Hugo Montenegro, Giorgio Moroder, Roger Nichols, Twin Connection, Margo Guryan, The 5Th Dimension o Dave Grusin por poner algún ejemplo) están muy lejos de ser habituales, ni mucho menos previsibles. Joe Raposo (compositor de los temas originales de Barrio Sésamo, del que participaron con dos temas en un álbum tributo que se publicará próximamente) les dirigió hacia esas mezclas de píccolo y glockenspiel, que tan particularmente subraya algunas líneas melódicas del disco. Brasil despliega todo su exotismo (“Moog Safari”) en las manos de Mariana y Pablo, profundos estudiosos y apasionados del tema, y evoca su parte más bailable y funk bajo la sombra de nombres como los de Eumir Deodato y Joao Donato (“Panamá Motel”). La psicodelia soledada también juega un papel importante, desde las líneas beatleianas rebozadas de efectos espaciales de “La Rebelión De Los Robots”, o ese tema titulado “El Clon De Paul McCartney” que también entra en el terreno cinematográfico de la Library Music de gente como James Clarke y Syd Dale (sí, esos que tanto han influido a los mismos Stereolab o a Broadcast). La experimentación sonora adquiere una fuerza evocadora poderosa en “Laboratorio Submarino”, donde aparecen herencias de los discos de Delia Derbyshire para la BBC Radiophonic Workshop. En “Zapatófono” entra el pop con fuerza, con ese homenaje impensable al Superagente 86, Maxwell Smart, devaneando entre el sunshine pop de Nuevos Horizontes y los juegos sónicos de Giorgio Moroder. La elegancia de la lounge music también participa de manera importante en todo el disco, destacando en “Los Mentalistas” ese aura hermosa y preciosista a lo Bacharach. Como no podía ser de otra manera, el kraut bucea en su vertiente más pop (Harmonia, Kraftwerk) en esa orgía final que es “Samba Espacial”, una fusión increíble de estilos y sonidos, clara representación del nivel de imaginación y creatividad en el que se encuentra el personal lenguaje musical de Modular, y que tantos admiradores les ha provocado entre los especialistas.
Un disco lleno de quiebros y escondites, cambios de ritmos y melodías retorcidas, pero siempre manteniendo la dulzura y la capacidad evocadora de la que siempre han hecho gala, un equilibrio perfecto entre experimentación y pop. Cajas de ritmo rusas, delays de cinta, efectos inverosímiles al servicio de las melodías... Y es que, después de diez años como dúo, la formación de grupo (Diego Pérez, Gabriel Sanabria, Nano Tonelli y Sebastián Murguiondo completan lo que hoy son Modular) ha conseguido darle el toque perfecto de organicidad que necesita una historia de ciencia-ficción, vaciar todos los huecos que la imaginación siempre está dispuesta a soñar y regar de matices un disco que se podría escuchar miles de veces, y aún seguiríamos descubriendo detalles (algunas canciones tienen más de 100 pistas).
Y punto aparte merece la imaginería espacial y ciencia ficción que puebla sus letras, bañándolas de surrealismo, lo cual acentúa más todavía la sensación de teletransporte. Y como muestra, la ceremonia de relajación que acometían después de cada intensa sesión de grabación: obligado visionado de films de autores bizarros y de serie B como Jesús Franco, Russ Meyer, Mario Bava, George Romero, Joe D'Amato, Emilio Vieyra... Toda una declaración de intenciones que filtra en todos los poros que habitan sus composiciones y su mundo imaginario e irreal. Con todo esto queda bien claro lo único e inigualable de este grupo crecido a orillas del Río de la Plata. Una leyenda que seguirá aumentando con este “Sinfonías Para Terrícolas”, capaz de aunar dulzura y elegancia, con extravagancia y lisergia, y manteniendo siempre constante su espíritu puramente pop. Maravilloso.
Podéis comprarlo aquí.
MMMMM
La rebelión de los robots
El clon de Paul McCartney
Laboratorio submarino
Zapatófono
Los Mentalistas
Panamá Motel
Moog Safari
Base Lunar Alfa
Beat del cinéfilo
Mensaje telepático Marciano
Samba espacial
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