Perm, Montes Urales. Rusia. Jairo Zavala está a punto de salir a tocar sus canciones en un festival donde comparte cartel con Living Colour. Recuerda los tiempos en los que su recorrido musical llegaba como muy lejos a lo máximo que daba un depósito de gasolina.
Esta situación se ha repetido en Italia, en Suiza, Reino Unido, Grecia, Bélgica, Guatemala, México, El Salvador, Estados Unidos y hasta Israel, donde incluso ha llegado a tener un hit. Desde Rusia hasta Australia hay un mundo que ya ha escuchado la vieja guitarra de Jairo Zavala.
Pese a ello, Jairo vive y respira en España. Aquí tiene a sus hijos, aquí recorre cada rincón del país mostrando las fotos musicales de sus viajes. Pese a que juega a dar vueltas a la bola del mundo, Depedro tiene un cable a tierra aquí. Es un obrero del rock. Gracias a sus tiempos en Vacazul y a su época trabajando con Amparanoia, conoce todos los garitos del país.
Ahora, gracias a su proyecto en solitario y a su condición de miembro de Calexico, también conoce los de medio planeta. Sobre estos dos terrenos (el local y el global) se asienta "La increíble historia de un hombre bueno". El tercer disco de Depedro. El que difumina los subtítulos relacionados con los amigos que le han ayudado a desarrollar su proyecto personal: locales (Vetusta Morla) o internacionales (Caléxico).
En esta ocasión, Jairo ha vuelto a los estudios de Craig Schumacher, donde graban artistas como Neko Case, Iron & Wine, M Ward... pero esta vez él quiere ser dueño de su propio destino con sus armas: quiere arriesgar, que el adjetivo "desértico" y "arenoso" deje de ser la palabra más abundante en su definición. Mezclar las grabaciones de ese parque de atracciones musical que es el estudio de Craig Schumacher, con algunas bases confeccionadas en las maquetas que registró en su casa.
De nuevo lo local y lo global. Tiene lógica en un músico que tiene sangre peruana por vía paterna y cuya madre se crió durante años en Guinea. Imaginen la cantidad de discos y ritmos con los que ha podido crecer.
Las canciones de Depedro también han crecido. Se van cargando de energía sanadora ("Sanity") se contagian con los gritos de la calle ("¿Qué habéis hecho?"), se colman de atmósferas estremecedoras ("Ella sabía"), se alimentan de la nova trova ("De como empezamos") o de la americana más espiritual ("You and I") y hace que los vientos florezcan en "El pescador", vieja e irresistible cumbia clásica que Depedro suma a su repertorio y que se hace contagiosa a la primera escucha. "El pescador" se suma a sus homenajes a América Latina junto a clásicos mexicanos como "La llorona" o brasileños como "Comanche".
Retazos de músicas de todo el mundo que en Jairo adquieren un todo, como si se uniera la pangea en una sola persona. Tiene una lógica: en estos dos años, Depedro ha cruzado guitarras con Evan Dando (ex- Lemonheads), con The Dodos, Steve Berlin (Los Lobos) , o el cantante israelí Geva Allon. Él ha inoculado su talento en los demás, y viceversa. Es lo que tiene reunirse con los mejores, como es el caso del estelar equipo que colabora en "La increible historia de un hombre bueno". Un dream-team global que incluye a Tony Allen (nombre básico para la historia de la batería que fue la mano derecha de uno de los totems de África: el nigeriano Fela Kuti), Bernard Fanning (que junto a sus Powderfinger es una de las referencias en el rock australiano), Nick Urata (de esos gitanos de Denver llamados Devotchka), Martin Wenk (Nada Surf) y, claro, Joey Burns y John Convertino, de la banda a la que también pertenece Jairo, Calexico.
Ese todo hace de "La increíble historia de un hombre bueno" el disco más ambicioso de Depedro.
Una obra original, delicada, creativa, muy trabajada y , sobre todo, humana. Así es Jairo Zavala.
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Esta situación se ha repetido en Italia, en Suiza, Reino Unido, Grecia, Bélgica, Guatemala, México, El Salvador, Estados Unidos y hasta Israel, donde incluso ha llegado a tener un hit. Desde Rusia hasta Australia hay un mundo que ya ha escuchado la vieja guitarra de Jairo Zavala.
Pese a ello, Jairo vive y respira en España. Aquí tiene a sus hijos, aquí recorre cada rincón del país mostrando las fotos musicales de sus viajes. Pese a que juega a dar vueltas a la bola del mundo, Depedro tiene un cable a tierra aquí. Es un obrero del rock. Gracias a sus tiempos en Vacazul y a su época trabajando con Amparanoia, conoce todos los garitos del país.
Ahora, gracias a su proyecto en solitario y a su condición de miembro de Calexico, también conoce los de medio planeta. Sobre estos dos terrenos (el local y el global) se asienta "La increíble historia de un hombre bueno". El tercer disco de Depedro. El que difumina los subtítulos relacionados con los amigos que le han ayudado a desarrollar su proyecto personal: locales (Vetusta Morla) o internacionales (Caléxico).
En esta ocasión, Jairo ha vuelto a los estudios de Craig Schumacher, donde graban artistas como Neko Case, Iron & Wine, M Ward... pero esta vez él quiere ser dueño de su propio destino con sus armas: quiere arriesgar, que el adjetivo "desértico" y "arenoso" deje de ser la palabra más abundante en su definición. Mezclar las grabaciones de ese parque de atracciones musical que es el estudio de Craig Schumacher, con algunas bases confeccionadas en las maquetas que registró en su casa.
De nuevo lo local y lo global. Tiene lógica en un músico que tiene sangre peruana por vía paterna y cuya madre se crió durante años en Guinea. Imaginen la cantidad de discos y ritmos con los que ha podido crecer.
Las canciones de Depedro también han crecido. Se van cargando de energía sanadora ("Sanity") se contagian con los gritos de la calle ("¿Qué habéis hecho?"), se colman de atmósferas estremecedoras ("Ella sabía"), se alimentan de la nova trova ("De como empezamos") o de la americana más espiritual ("You and I") y hace que los vientos florezcan en "El pescador", vieja e irresistible cumbia clásica que Depedro suma a su repertorio y que se hace contagiosa a la primera escucha. "El pescador" se suma a sus homenajes a América Latina junto a clásicos mexicanos como "La llorona" o brasileños como "Comanche".
Retazos de músicas de todo el mundo que en Jairo adquieren un todo, como si se uniera la pangea en una sola persona. Tiene una lógica: en estos dos años, Depedro ha cruzado guitarras con Evan Dando (ex- Lemonheads), con The Dodos, Steve Berlin (Los Lobos) , o el cantante israelí Geva Allon. Él ha inoculado su talento en los demás, y viceversa. Es lo que tiene reunirse con los mejores, como es el caso del estelar equipo que colabora en "La increible historia de un hombre bueno". Un dream-team global que incluye a Tony Allen (nombre básico para la historia de la batería que fue la mano derecha de uno de los totems de África: el nigeriano Fela Kuti), Bernard Fanning (que junto a sus Powderfinger es una de las referencias en el rock australiano), Nick Urata (de esos gitanos de Denver llamados Devotchka), Martin Wenk (Nada Surf) y, claro, Joey Burns y John Convertino, de la banda a la que también pertenece Jairo, Calexico.
Ese todo hace de "La increíble historia de un hombre bueno" el disco más ambicioso de Depedro.
Una obra original, delicada, creativa, muy trabajada y , sobre todo, humana. Así es Jairo Zavala.
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Una vez más
Hombre bueno
¿Qué habéis hecho?
Sanity
Ella sabía
All the way to the ground
De repente
Invulnerable
A veces
Cuando te despiertes
You and I
De cómo empezamos
El pescador
ESCUCHAR - DESCARGAR
La increíble historia de un hombre bueno
Hombre bueno
¿Qué habéis hecho?
Sanity
Ella sabía
All the way to the ground
De repente
Invulnerable
A veces
Cuando te despiertes
You and I
De cómo empezamos
El pescador
ESCUCHAR - DESCARGAR
La increíble historia de un hombre bueno
genial
ResponderEliminarexcelente reportaje, sobran las palabras para Depedro, autentico genio, juega con las palabras, sus estrofas, sus historias son increíbles, nos traslada a otro espacio, su música nos revive recuerdos, es un autentico solitario.
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