-La Falta Básica-
Elefant 2013
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“La Mejor Enfermedad” supuso un salto considerable en la trayectoria musical de Luis G. Morais y Belén Chanes: del tecno-pop descarado y alocado de L-Kan al pop-electrónico orfebre y pausado y de acentos acústicos de Bla.
Después de más de dos años de silencio regresan con “La Falta Básica” bajo el brazo, con la convicción de que la llamada de lo salvaje resulta a veces irresistible y con sus trajes de amish transformados en una suerte de uniformes entre medievales y de obreros de la segunda revolución industrial.
Un disco que, aunque todavía mantiene pequeños detalles acústicos y esporádicas apariciones de su apreciado ukelele, abunda mucho más de sonoridades electrónicas y ritmos bailables ochenteros, en la onda de grupos como Yazoo, Silicon Teens, Telex o Visage, con toques punk-pop de bandas como Helen Love o StereoTotal.
El título del disco alude al título de un libro de un psicoanalista inglés de origen húngaro, Michael Balint. Este autor acuñó el término de “falta básica” para hablar de la sensación de vacío y de hueco que sufren algunas personas como consecuencia de algo o alguien que falló o faltó en su primera infancia en un estadio anterior al desarrollo del lenguaje. Se llama “falta básica” porque afecta a toda la estructura de la persona sin que ésta pueda entender el por qué de este vacío.
Esta idea aparece repetidamente en el nuevo disco de Bla, se habla de la insatisfacción y la tristeza sin explicación en la contundente “Ni Hablar Del Sol”, de los huecos emocionales más incomprensibles en la ramoniana y enloquecida “El Problema De Ser Un Problema”. Se recurre también a la falta en “Me Gustaría Que Te Llamaras Oliver” en la cual se desea que el otro sea dos cosas imposibles a la vez, él mismo y muchos otros. Se habla de la identidad en “Para Otros Soy Otra Cosa”, de ser alguien distinto según la mirada del que te mira, de la incapacidad de reafirmarse en la concepción que uno tiene de sí mismo.
Y se menciona también la pesadumbre interior en “Entrenadora De Penas” a pesar del contraste de su tecnopop rápido y animado que recuerda a los primeros Depeche Mode.
Pero si hay algo que decidió a Belén y Luis a titular así al disco es el doble significado que ellos le dan a “La Falta Básica”, el ya explicado, y el que alude a “La Falta Básica de lo material, necesario y básico para la vida” que se sufre en estos días a consecuencia del feroz sistema en el que estamos inmersos y del abuso de los que lo dirigen. De eso trata “Los Siervos De La Gleba”, un paralelismo entre la sociedad feudal y la actual en la que Bla, sin dejar de lado la denuncia, lo convierten con su característico ingenio en una fogosa historia de amor medieval, en la que piden al menos, a cambio, a la vida, un amor más medieval, más brutal, un amor de dragones, fuego y oscuridad.
Una temática que inspiró directamente el vestuario que Oscar Guimarey ha realizado para la portada y la imagen promocional del disco, con un toque romántico de princesa-dragona medieval en tela vaquera para Belén y diseñando para Luis un uniforme de obrero con armadura en tela vaquera también.
Un disco que mantiene el espíritu vitalista y ese especial sentido del humor del que hace gala el dúo madrileño, inigualable, que tan patente está en temas como “Canción De Amor Para Gente Odiosa”, que quedaría fantástica en el repertorio de The Human League, “Himno Reaccionario” o “Historia De Un Árbol Y Sus Habitantes”, deliciosa, acercándose de nuevo a los sonidos de “Speak & Spell” de Depeche Mode y con una gran melodía que evoca un mundo de imaginación y fantasía.
Y para cerrar el álbum una versión de “Mon Petit Ami”, escrita y producida por Bertrand Burgalat para April March en 1999, que acaba resultando la mejor declaración de intenciones posible por parte de Bla: humor, cercanía, diversión e imaginación.
Con algo tendremos que cubrir nuestras faltas básicas.
Después de más de dos años de silencio regresan con “La Falta Básica” bajo el brazo, con la convicción de que la llamada de lo salvaje resulta a veces irresistible y con sus trajes de amish transformados en una suerte de uniformes entre medievales y de obreros de la segunda revolución industrial.
Un disco que, aunque todavía mantiene pequeños detalles acústicos y esporádicas apariciones de su apreciado ukelele, abunda mucho más de sonoridades electrónicas y ritmos bailables ochenteros, en la onda de grupos como Yazoo, Silicon Teens, Telex o Visage, con toques punk-pop de bandas como Helen Love o StereoTotal.
El título del disco alude al título de un libro de un psicoanalista inglés de origen húngaro, Michael Balint. Este autor acuñó el término de “falta básica” para hablar de la sensación de vacío y de hueco que sufren algunas personas como consecuencia de algo o alguien que falló o faltó en su primera infancia en un estadio anterior al desarrollo del lenguaje. Se llama “falta básica” porque afecta a toda la estructura de la persona sin que ésta pueda entender el por qué de este vacío.
Esta idea aparece repetidamente en el nuevo disco de Bla, se habla de la insatisfacción y la tristeza sin explicación en la contundente “Ni Hablar Del Sol”, de los huecos emocionales más incomprensibles en la ramoniana y enloquecida “El Problema De Ser Un Problema”. Se recurre también a la falta en “Me Gustaría Que Te Llamaras Oliver” en la cual se desea que el otro sea dos cosas imposibles a la vez, él mismo y muchos otros. Se habla de la identidad en “Para Otros Soy Otra Cosa”, de ser alguien distinto según la mirada del que te mira, de la incapacidad de reafirmarse en la concepción que uno tiene de sí mismo.
Y se menciona también la pesadumbre interior en “Entrenadora De Penas” a pesar del contraste de su tecnopop rápido y animado que recuerda a los primeros Depeche Mode.
Pero si hay algo que decidió a Belén y Luis a titular así al disco es el doble significado que ellos le dan a “La Falta Básica”, el ya explicado, y el que alude a “La Falta Básica de lo material, necesario y básico para la vida” que se sufre en estos días a consecuencia del feroz sistema en el que estamos inmersos y del abuso de los que lo dirigen. De eso trata “Los Siervos De La Gleba”, un paralelismo entre la sociedad feudal y la actual en la que Bla, sin dejar de lado la denuncia, lo convierten con su característico ingenio en una fogosa historia de amor medieval, en la que piden al menos, a cambio, a la vida, un amor más medieval, más brutal, un amor de dragones, fuego y oscuridad.
Una temática que inspiró directamente el vestuario que Oscar Guimarey ha realizado para la portada y la imagen promocional del disco, con un toque romántico de princesa-dragona medieval en tela vaquera para Belén y diseñando para Luis un uniforme de obrero con armadura en tela vaquera también.
Un disco que mantiene el espíritu vitalista y ese especial sentido del humor del que hace gala el dúo madrileño, inigualable, que tan patente está en temas como “Canción De Amor Para Gente Odiosa”, que quedaría fantástica en el repertorio de The Human League, “Himno Reaccionario” o “Historia De Un Árbol Y Sus Habitantes”, deliciosa, acercándose de nuevo a los sonidos de “Speak & Spell” de Depeche Mode y con una gran melodía que evoca un mundo de imaginación y fantasía.
Y para cerrar el álbum una versión de “Mon Petit Ami”, escrita y producida por Bertrand Burgalat para April March en 1999, que acaba resultando la mejor declaración de intenciones posible por parte de Bla: humor, cercanía, diversión e imaginación.
Con algo tendremos que cubrir nuestras faltas básicas.
Elefant
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Para otros soy otra cosa
Los siervos de La Gleba
Ni hablar del sol
Me gustaría que te llamaras Oliver
Historia de un árbol y sus habitantes
El problema de ser un problema
Himno reaccionario
Canción de amor para gente odiosa
Entrenadora de penas
Mon petit ami
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