-Para que no se duerman mis sentidos-
Ariola/Perro Records 2004
-⭐⭐⭐⭐★-
"Para que no se duerman mis sentidos" es el tercer álbum de estudio del cantautor español Manolo García como solista, después de terminar su aventura con El Último de la Fila.
El primer single Para que no se duerman mis sentidos, comienza una guitarra acústica, aparece percusión brasileña, Manolo García canta: "Háblame en la hora calma de la medianoche, háblame para que no se duerman mis sentidos". Es una canción en la que las cadencias españolas y mediterráneas viajan hasta Brasil para crear juntas la música más sensual que Manolo García haya hecho nunca. De una manera sutil y sencilla, su balance va-y-ven convierte la canción en algo cercano, terrenal y cálido.
"Para que no se duerman mis sentidos" es un canto a la palabra como motor de vida, como intercambio de sentimientos, como mirada ensoñadora al exterior. Con ese barniz artesanal que Manolo García deja en todas sus obras y que enlaza la tradición con el siglo XXI, "Para que no se duerman mis sentidos" canta la necesidad de hablar de lejanas tierras o de pintores locos; de noches de calima o de amores que aprisionan; de Sevilla, de Cádiz (Serena barca) o de Córdoba; de Chagall o de los poetas andaluces del destierro. De todo aquello que nos mantenga despiertos, con alma de esponja como él dice.
La canción Para que no se duerman mis sentidos se ha grabado en el estudio Ilha dos Sapos, de Salvador de Bahía, con músicos brasileños: Gerson Silva, Mikael Mutti, Cesário Leoni, Joatan Nascimento y Rudson Daniel.
Producida por Manolo García y mezclada por Bob Clearmountain (trabajos con Rolling Stones, Bruce Springsteen, David Bowie, Roxy Music, Crowded House, The Pretenders y The Church, entre otros artistas), la canción ha sido masterizada por Stephen Marcussen en Los Ángeles.
"Para que no se duerman mis sentidos" es un disco generoso, con 16 nuevas canciones, una de ellas instrumental. Empezó a trabajar el 1 de enero de 2003. Atrincherado en una pequeña habitación, iba grabando ritmos, guitarras, teclados... En octubre de 2003 continuó la grabación en tres estudios diferentes: Music Lan, en Avinyonet de Puigventós (Girona); Grabaciones Silvestres, en Sant Quirze de Safaja (Barcelona) y en Ilha dos Sapos, en Salvador de Bahía (Brasil). Ocho intensos meses de trabajo, interrumpidos periódicamente para corregir el rumbo, y la colaboración de más de 20 músicos han dado vida a un disco diferente con el que Manolo García ha escapado de la segura comodidad de lo conocido para encontrar una nueva riqueza e intensidad musical.
Además de las 16 canciones, el álbum ofrece un DVD de regalo, de más de una hora de duración que incluye el videoclip del primer single e imágenes "cutre-video-artísticas", como las define Manolo García, de otras ocho canciones. La actitud de Manolo García continúa siempre presente en sus discos, en sus canciones.
"Qué pena no ser ave de paso", canta en el tema Una tarde de sol, un medio tiempo de carácter acústico. Fragua de los cuatro vientos, "donde remachan los hombres sus penas al vivo fuego", es una canción de carácter español y final con acordeón de ambiente parisino. Malva tiene un sentido más eléctrico. Sobre tus pasos es una canción de búsquedas, de evocaciones, de unir pasado y futuro cuando canta "Volveré a abrir el cajón de la memoria".
Se trata de un disco ecléctico de mucho y muy variado colorido sonoro, en el que las letras tienen un peso propio y significan otra vuelta de tuerca en el muy personal mundo del músico y compositor.
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El primer single Para que no se duerman mis sentidos, comienza una guitarra acústica, aparece percusión brasileña, Manolo García canta: "Háblame en la hora calma de la medianoche, háblame para que no se duerman mis sentidos". Es una canción en la que las cadencias españolas y mediterráneas viajan hasta Brasil para crear juntas la música más sensual que Manolo García haya hecho nunca. De una manera sutil y sencilla, su balance va-y-ven convierte la canción en algo cercano, terrenal y cálido.
"Para que no se duerman mis sentidos" es un canto a la palabra como motor de vida, como intercambio de sentimientos, como mirada ensoñadora al exterior. Con ese barniz artesanal que Manolo García deja en todas sus obras y que enlaza la tradición con el siglo XXI, "Para que no se duerman mis sentidos" canta la necesidad de hablar de lejanas tierras o de pintores locos; de noches de calima o de amores que aprisionan; de Sevilla, de Cádiz (Serena barca) o de Córdoba; de Chagall o de los poetas andaluces del destierro. De todo aquello que nos mantenga despiertos, con alma de esponja como él dice.
La canción Para que no se duerman mis sentidos se ha grabado en el estudio Ilha dos Sapos, de Salvador de Bahía, con músicos brasileños: Gerson Silva, Mikael Mutti, Cesário Leoni, Joatan Nascimento y Rudson Daniel.
Producida por Manolo García y mezclada por Bob Clearmountain (trabajos con Rolling Stones, Bruce Springsteen, David Bowie, Roxy Music, Crowded House, The Pretenders y The Church, entre otros artistas), la canción ha sido masterizada por Stephen Marcussen en Los Ángeles.
"Para que no se duerman mis sentidos" es un disco generoso, con 16 nuevas canciones, una de ellas instrumental. Empezó a trabajar el 1 de enero de 2003. Atrincherado en una pequeña habitación, iba grabando ritmos, guitarras, teclados... En octubre de 2003 continuó la grabación en tres estudios diferentes: Music Lan, en Avinyonet de Puigventós (Girona); Grabaciones Silvestres, en Sant Quirze de Safaja (Barcelona) y en Ilha dos Sapos, en Salvador de Bahía (Brasil). Ocho intensos meses de trabajo, interrumpidos periódicamente para corregir el rumbo, y la colaboración de más de 20 músicos han dado vida a un disco diferente con el que Manolo García ha escapado de la segura comodidad de lo conocido para encontrar una nueva riqueza e intensidad musical.
Además de las 16 canciones, el álbum ofrece un DVD de regalo, de más de una hora de duración que incluye el videoclip del primer single e imágenes "cutre-video-artísticas", como las define Manolo García, de otras ocho canciones. La actitud de Manolo García continúa siempre presente en sus discos, en sus canciones.
"Qué pena no ser ave de paso", canta en el tema Una tarde de sol, un medio tiempo de carácter acústico. Fragua de los cuatro vientos, "donde remachan los hombres sus penas al vivo fuego", es una canción de carácter español y final con acordeón de ambiente parisino. Malva tiene un sentido más eléctrico. Sobre tus pasos es una canción de búsquedas, de evocaciones, de unir pasado y futuro cuando canta "Volveré a abrir el cajón de la memoria".
Se trata de un disco ecléctico de mucho y muy variado colorido sonoro, en el que las letras tienen un peso propio y significan otra vuelta de tuerca en el muy personal mundo del músico y compositor.
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Una tarde de sol
Para que no se duerman mis sentidos
Sobre tus pasos
Malva
Niña Candela
Sólo un poco
En una playa calma
Fragua de los cuatros vientos
Serena barca
Vive en mí recuerdo
Ardió mi memoria
En un estanque de libélulas
Si te vienes conmigo
Éramos
De libélulas
La atunara
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Muy guay
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