-Las sillas voladoras-
Récords del Mundo 2015
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Si en su debut, "El cuerpo humano", Incendios
ya construían con solvencia paisajes de pop emocional con
una madurez y contención a prueba de vueltas, con "Las sillas
voladoras"el grupo expande su paleta de colores
para permitir que las canciones estallen en múltiples direcciones.
Por una parte, siguen perfeccionando su habilidad para levantar el vuelo,
esponjar muros y saturar atmósferas (Teoría de nubes, Fuegos artificiales).
En otros de los viajes de este pequeño carrusel emocional, sin embargo,
las composiciones se apean de la abstracción para concretarse y dar un
paso al frente en la mezcla, ya sea afilando las guitarras (Arde #1, Disecar,
Al final nadie se salva), o mediante la preeminencia del ritmo que las ancla
(la cadencia tribal y obsesiva de la sinuosa Desgrísteme, la más luminosa y
alegre de Quiero ser como Bergman).
Los puntos de fuga de los que parten estos radios giratorios siguen siendo
el piano de Miguel Bellas y su particular sensibilidad como compositor
y letrista, tan manifiesta en la canción que da título al álbum y en la que
una bella cadena umbilical de imágenes (“Mamá sale movida / Mamá
sanará la herida…”) despide, sobre un arpegio de piano, una juventud que
se sutura a la espalda. El corte es también una muestra excelente del gusto
con el que el resto de instrumentistas sabe tejer y vestir los mimbres que
brinda Miguel a lo largo del disco.
La matemática espontánea de Incendios genera una ecuación en la que
sencillez y complejidad se equilibran: preciosista sin ser efectista, frágil
pero poderosa, sensible sin ser cursi, espacial pero doméstica. Como una
silla voladora. Compren su ticket y tomen asiento. Despegamos.
🎡
Desgrísteme
Teoría de nubes
Quiero ser como Bergman
Arde #2
Las sillas voladoras
Fuegos artificiales
Disecar
Arde #1
Al final nadie se salva
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