-Next thing-
Bayonet Records 2016
-⭐⭐⭐★-
Se llama Greta Kline y es una de esas hijas de padres famosos que, en principio, parecen destinada a ser carne fresca para los programas de telerrealidad. Pero, de momento, la chica no ha tirado por ahí, a pesar de que con unos padres como Kevin Kline Y Phoebe Cates, famosos actores, ya saben, estamos seguros de que no le habrán faltado ofertas.
Pero Greta es otro tipo de animal. Chica sensible de gustos intelectuales y plenamente sumergida en los circuitos artísticos de la nueva bohemia neoyorquina. Sí, por supuesto, esas cañerías del subsuelo de la capital del mundo por la que fluyen siempre las últimas tendencias y donde una década aparece The Velvet Underground, otra Patti Smith y otra lo que toque. Ahora parece ser el turno de Frankie Cosmos, el alter ego cantautoril de la simpática Greta. Que, tal y como marcan los cánones, no llega sola. Viene acompañada por otros notables animadores de la vida cultural neoyorquina de la última hornada con quienes comparte en algún caso algo más que simples inquietudes musicales.
Algunos de ellos, por cierto, forman parte de la banda que acompaña a Greta en directo y que ha grabado este "Next Thing" del que nos ocupamos hoy. El segundo disco ‘real’ de una artista que se ha prodigado mucho, a través de las plataformas de streaming, y cuyo fascinante bandcamp ya era un secreto a voces entre la crítica moderna cuando ella aún atravesaba su, aparentemente, plácida adolescencia.
Desde entonces ha ido ganando precisión como letrista y, aunque nos pese tenemos que coincidir con los críticos vanguardistas una vez más y admitir que quizá nos encontremos ante el proyecto de gran poetisa cantante que necesitaba a gritos el pop del siglo XXI. Greta, o Frankie, dibuja trazos de la vida cotidiana con elegancia y compasión en las viñetas minimalistas sobre las que construye sus canciones.
Canciones cortas, poco más de dos minutos en el mejor de los casos, pero llenas de intensidad y sentimientos reales, que demuestran una vez más aquello de que con tres acordes y la verdad se construyen edificios de fugaz pero impagable belleza cuando el profesional controla bien la flexibilidad de los materiales que tiene entre manos. Aquí, por cierto, hay nada menos que quince, en una colección de temas que apenas sobrepasa los 28 minutos de duración. Y que son magníficos de principio a fin. Sin paliativos. La inocencia y la fragilidad de esta muchacha de veinte años en estado de gracia atrapa desde el primer momento y sumerge al oyente, me ha sumergido a mí, en ese estado de felicidad bobalicona que siempre proporcionan las bellas melodías.
Aquí hay sobre todo buenas canciones y la mirada única e intransferible de una autora con mayúsculas que está dando sus primeros pasos y demuestra una madurez que ya quisieran muchos veteranos. Síganle la pista a Frankie Cosmos. No se arrepentirán.
👒
Pero Greta es otro tipo de animal. Chica sensible de gustos intelectuales y plenamente sumergida en los circuitos artísticos de la nueva bohemia neoyorquina. Sí, por supuesto, esas cañerías del subsuelo de la capital del mundo por la que fluyen siempre las últimas tendencias y donde una década aparece The Velvet Underground, otra Patti Smith y otra lo que toque. Ahora parece ser el turno de Frankie Cosmos, el alter ego cantautoril de la simpática Greta. Que, tal y como marcan los cánones, no llega sola. Viene acompañada por otros notables animadores de la vida cultural neoyorquina de la última hornada con quienes comparte en algún caso algo más que simples inquietudes musicales.
Algunos de ellos, por cierto, forman parte de la banda que acompaña a Greta en directo y que ha grabado este "Next Thing" del que nos ocupamos hoy. El segundo disco ‘real’ de una artista que se ha prodigado mucho, a través de las plataformas de streaming, y cuyo fascinante bandcamp ya era un secreto a voces entre la crítica moderna cuando ella aún atravesaba su, aparentemente, plácida adolescencia.
Desde entonces ha ido ganando precisión como letrista y, aunque nos pese tenemos que coincidir con los críticos vanguardistas una vez más y admitir que quizá nos encontremos ante el proyecto de gran poetisa cantante que necesitaba a gritos el pop del siglo XXI. Greta, o Frankie, dibuja trazos de la vida cotidiana con elegancia y compasión en las viñetas minimalistas sobre las que construye sus canciones.
Canciones cortas, poco más de dos minutos en el mejor de los casos, pero llenas de intensidad y sentimientos reales, que demuestran una vez más aquello de que con tres acordes y la verdad se construyen edificios de fugaz pero impagable belleza cuando el profesional controla bien la flexibilidad de los materiales que tiene entre manos. Aquí, por cierto, hay nada menos que quince, en una colección de temas que apenas sobrepasa los 28 minutos de duración. Y que son magníficos de principio a fin. Sin paliativos. La inocencia y la fragilidad de esta muchacha de veinte años en estado de gracia atrapa desde el primer momento y sumerge al oyente, me ha sumergido a mí, en ese estado de felicidad bobalicona que siempre proporcionan las bellas melodías.
Aquí hay sobre todo buenas canciones y la mirada única e intransferible de una autora con mayúsculas que está dando sus primeros pasos y demuestra una madurez que ya quisieran muchos veteranos. Síganle la pista a Frankie Cosmos. No se arrepentirán.
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